Es que me ha pasado una de las cosas más extrañas y sorprendentes de mi vida!!!
Bien, empezaré desde el principio. Estoy acabando el primer tomo de una trilogía que estoy haciendo; una trilogía mitológica, de aventura, intriga y romance. Pues bien... Uno de los personajes secundarios, que es algo así como un sacerdote (no de la Iglesia Católica, que queda claro), estaba hablando con uno de los personajes principales. Específicamente, lo estaba aconsejando, ya que estaba siendo consumido por intensos sentimientos de culpa, luego de no haber podido salvar a su pueblo, el que fue arrasado sin contemplaciones.
Dejé el diálogo sin acabar y decidí continuarlo en un momento en que estuviera más inspirada.
Al otro, estaba pasando por uno de esos momentos en que te cuestionas todo. No entendía por qué sucedían ciertas cosas, y estaba un poco decaída. Una vez más, la vida era injusta, y despiadadamente irónica. Desalentada, abrí el notebook y releí la parte en la que había quedado el día anterior.
Había dejado la historia en un diálogo del sacerdote (Eluriand). ¡Y quedé de una pieza! Se los reproduciré para que sepan a qué me refiero:
"A veces ocurren cosas que no logramos entender, pero nada ocurre al azar", aseguró Eluriand. "Quizás por ahora desconozcas su significado, pero llegará un día en que lo comprenderás".
Sin palabras; sencillamente, sin palabras...
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